La cultura es lo que, en la muerte, continúa siendo la vida
André Malraux, novelista y político francés

La navidad es para todos un tiempo muy especial. En esa época aflora lo mejor de nosotros mismos. Nuestros corazones renacen todos los días con la ilusión de la conquista de un mundo mejor. La sonrisa del alma, la fraternidad, la solidaridad, la esperanza y la armonía compartida nos acompañan mientas el alumbrado navideño también ilumina lo más sobresaliente de los mutuos afectos.

Para los alcaudetenses esta pasada navidad de 2014 será inolvidable. El nuevo Teatro Municipal abrío sus puertas y gracias a él, por fin, ya tenemos lo que siempre quisimos. Gracias a él hemos abandonado la orbandad en los equipamientos culturales para dotarnos de unas instalaciones como jamás disfrutamos y gracias a él este municipio ha hecho realidad uno de los grandes anhelos colectivos que nos quedaban por alcanzar. El Teatro Municipal ya no es ninguna quimera porque, una vez más, hemos sido capaces de conquistar una aspiracion colectiva que nos parecía un sueño imposible de conseguir. Como acertadamente titula en primera página esta revista, el teatro ya es La Realidad de un Sueño.

A partir de ahora todo cambiará en el ámbito cultural porque estamos en condiciones de planificar, proponer y compartir una oferta cultural sin límites, como siempre quisimos y nunca pudimos ofrecer. Nuesro Alcaudete, a pesar de sus carencias y con un esfuerzo ímprobom se ha convertido en uno de los municipios referentes de la cultura en nuestra provincia. A partir de ahora no cejaremos de ambicionar que la cultura sea uno de los ejes vertebrales sobre los que pivote nuestro futuro.

El desarrollo local no sólo depende de factores económicos, sino que se sustenta, de igual forma, en valores éticos, sociales y culturales. La autoestima colectiva, el orgullo de pertenencia a un territorio y el espíritu de convivencia basado en los valores de identidad compartidos son tan importantes como las fiestas, los polígonos industriales o los parques. El Teatro Municipal no sólo viene a mejorar la calidad y el nivel de vida de los alcaudetenses, además, y eso quizá sea lo más trascendente, refuerza el espíritu colectivo de este pueblo hermoso en el que vivimos. Un espacio para la expansión de emociones y que aspiramos a convertir en patrimonio vivo y catalizador de nuestra coexistencia.

Recuerdo cuando una noche, a la salida de una función en el teatro, una mujer mayor se me acercó, y con la gratitud en sus ojos me dio las gracias y me dijo "alcalde nunca creí que yo podría llegar a ver esto en mi pueblo". Inolvidable.

El Alcalde
Valeriano Martín Cano

 

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