Las obras de la Calle Campiña dieron comienzo en septiembre del corriente año con el levantamiento del deteriorado asfaltado que cubría la vía. Habían transcurrido más de cincuenta años desde la última intervención en esta calle y el pavimento presentaba socavones e irregularidades. La accesibilidad era escabrosa debido a las aceras en mal estado y estrechas en algún que otro tramo. Una vez levantada, como en otras intervenciones llevadas a cabo, se realizó un saneamiento nuevo y más resistente.
Una vez finalizadas las obras en el tiempo donde estaba previsto que lo hiciesen, la Calle Campiña presenta un estado completamente renovado, muchísimo más accesible, con la supresión de acerados en alto y nivelación por igual entre vía y espacio reservado a viandantes. También contrasta la desaparición de parches y rampas irregulares, lo que dota de un aspecto más acorde con el resto de calles del casco histórico. Por esta misma razón, se ha optado al igual que en otras calles, por el uso de adoquines.
Está previsto que en los próximos meses de comienzo una segunda fase, hasta alcanzar sucesivamente los casi 500 metros que tiene esta calle. El presupuesto total ascenderá a los 498.000 €.
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